Esta sidrería se encuentra situada muy cerca de la plaza de Los Cuatro Caños, en La Corredoria.
Como es ya habitual en muchas sidrerías ofrecen dos marcas a elegir, Trabanco y Herminio. El local es un tanto angosto para la cantidad de gente que siempre suele haber, aunque al mismo tiempo se respira un ambiente muy cálido y es fácil sentirse cómodo, siempre y cuando consigas un trozo de barra donde apoyarte, o una mesa, cosa bastante difícil esta última.
Tanto los camareros como los propietarios son muy atentos y correctos. La sidra la escancian muy bien, algo que siempre se agradece, aunque a veces pasan demasiado rápido a echar culetes. También dispone de isidrinos, muy cómodos para comer con sidra.
Llama la atención la presentación de las tapas, siempre muy cuidada y elaborada. Muy bueno el pollo al ajillo, el cual parece haber sido reinventado en esta sidrería.
Se agradece el que pasen de vez en cuando con un pinchín para acompañar la sidra.
sábado, 8 de mayo de 2010
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